Cuerpo extraño en la vía aérea de los niños
Por Dr. Agustín León C, pediatra neumólogo Clínica Santa María.
La aspiración de cuerpo extraño en la vía aérea, o sea en faringe, laringe, tráquea o bronquios, es un accidente no infrecuente en niños menores de 4 o 5 años, por eso es importante estar atentos y pendientes.
El alimento u objeto aspirado obstruye la respiración y puede producir una asfixia fatal, o dejar graves complicaciones.
Los niños pueden sufrir este tipo de accidente porque:
antes de los 2 años no tienen muelas para reducir bien el tamaño de los alimentos sólidos en su boca,
hasta los 4 años no tienen perfecta coordinación entre masticar y deglutir (tragar),
la vía aérea, al estar aún en crecimiento, todavía es angosta y por ello fácil de obstruirse
los niños exploran su entorno llevándose objetos a la boca, principal acceso a la vía aérea.
Si tu hijo se atora o aspira un cuerpo extraño, lo que debes hacer dependerá de la situación en que se encuentres. Acá tres escenarios distintos:
Consciente sin gran apremio respiratorio, con buena tos. En estos casos la obstrucción es parcial y no hay que practicar maniobras de desobstrucción de la vía aérea, porque éstas podrían transformar la obstrucción parcial en una total. Se debe acudir a urgencias donde se realizará la extracción segura del cuerpo extraño si no lo elimina con la tos en el trayecto.
Consciente con dificultad respiratoria mayor, con angustia, poca entrada de aire a los pulmones, coloración violácea de la piel, tos débil o ausente. En estos casos la obstrucción de la vía aérea es prácticamente total: hay que pedir ayuda e iniciar maniobras de desobstrucción de la vía aérea.
Inconsciente: pedir ayuda urgente, mirar la boca y extraer cuerpo extraño si es accesible, iniciar inmediatamente reanimación cardiopulmonar.
Tu responsabilidad como padre o madre es que esto no ocurra; debes mantener siempre una actitud preventiva, recordando los siguientes consejos:
1.Cuidado con los alimentos:
No dar alimentos redondeados grandes que se pueden atascar al fondo de la boca, como uva, tomate cherry, salchichas…, estos alimentos deben ser cortados en trozos más pequeños antes de ofrecerlos.
No dar ni dejar al alcance de los niños alimentos duros pequeños que se puedan alojar en la tráquea o bronquios, principalmente frutos secos, especialmente maní, que son la causa más frecuente de este accidente en menores de 3 años
Dar alimentos adecuados a cada edad, comida de consistencia que puedan masticar, procurando que no contenga pedazos de hueso o cáscara.
Los niños pequeños deben comer supervisados, sentados, erguidos, llevando un alimento a la vez a la boca, sin ser retados (u obligados a comer) y sin distracción, porque al llorar o al reír pueden aspirar el alimento que tienen en la boca
2.Cuidado con los juguetes y el entorno:
Seguir las recomendaciones de edad de los juguetes.
Las pelotas deben ser de un tamaño tal que no quepan en su boca.
Que los niños no jueguen, corran o salten con objetos en su boca.
Evitar que tu hijo juegue con objetos pequeños (botones, tornillos, fichas, monedas, pilas, tapitas, piedras...), u objetos fácilmente desmontables en partes más pequeñas.
Evitar que juegue con objetos fácilmente rompibles o reducibles a tamaños pequeños (esponja, papel, trozos de tela, bolsas de plástico…).
Evitar o supervisar si juegan con guantes de látex y globos (pueden morder y reventar un globo inflado y aspirar los fragmentos al asustarse por su rotura).
Siempre revisar que no haya posibles cuerpos extraños en el entorno de tu hijo: en el suelo, en la cama, en los sillones, en la mesa, en los estantes.
3.Estar preparado para una emergencia:
Tú y los otros adultos que estén a cargo de un niño, deben estar instruidos sobre las maniobras de desobstrucción de la vía aérea y reanimación cardiopulmonar básica.