Laringitis en el Niño: Guía para padres
La laringitis es la inflamación de la laringe, una estructura ubicada en la parte inferior de la garganta, donde se encuentran las cuerdas vocales. Se produce por una infección viral y puede afectar a niños entre 6 meses y 6 años. Ocurre con más frecuencia en los meses de otoño y al inicio del invierno, y seguro que habías oído hablar de ella. Acá te contamos más.
Síntomas: ¡a tomar en cuenta!
Cuando un niño tiene laringitis, los primeros 2 a 3 días verás algo muy parecido a un resfrío, en que puede haber congestión nasal y fiebre.
Pero luego se agrega una fea tos seca, o como solemos llamarla, “tos de perro”. Además, al niño le afectará una disfonía (“ronquera”).
En casos más graves puede haber dificultad para respirar, por ejemplo, ahogo después de toser, ruido al respirar (estridor) y hundimiento de las costillas y en la zona sobre las clavículas.
¿Qué debes hacer si ves estos síntomas?
Si los síntomas son leves, aplica aseo nasal y paracetamol en caso de fiebre o molestias. No fuerces la alimentación y trata de que tome más agua de lo normal.
Si el niño tiene más de un año, prefiere la posición sentada para que se sienta más aliviado y pueda respirar mejor.
En algunos niños puede ser útil respirar aire húmedo, por ejemplo, el vapor de agua que se genera al abrir la llave de la ducha. También puede servir que respire el aire frio de la noche. No es raro que, cuando el niño es sacado de la casa para llevarlo al servicio de Urgencia, los síntomas disminuyan. No te devuelvas, es algo pasajero e igual debe ser visto por un médico.
IMPORTANTE: En resumen, si notas que tu hijo tiene dificultad para respirar, te recomendamos que lo lleves al Servicio de Urgencia. Ahí se le administrará el tratamiento adecuado y se aliviará :)